martes, 15 de enero de 2013

Brillos de cumpleaños...dama celta



Graznando sobre un almirez lleno de polvo, el brillo negro de los ojos, quedos,
fijos mientras el silencio inunda un espeso cáliz de sensaciones.


Donde no había nada brota líquido, donde no había existencia, aparece la vida,
rincones enmudecidos pugnan por susurrar a gritos su condena.


El primer dolor se transforma en alfileres que en su punta esconden diamantes que rasgan la oscuridad,
una nueva música estalla a borbotones, la música de una sonrisa que se retuerce.


Los siguientes se sienten y no se sienten, se pierden y se encuentran, se viven y mueren,
se acercan y se retiran, en oleadas salvajes, encrespadas como olas de un mar oscuro.


Por fin, suena un graznido, y en el reflejo de los espejos negros solo se adivina un último espasmo,
una nota de placer, un sonido amortiguado.