miércoles, 5 de agosto de 2009

Conversaciones desde dentro

Regurgita las palabras, en espasmos de cristal,
dejan heridas, se quedan hincados en la carne.

Sensación de vísceras hinchadas,
entrañas que se rasgan sin gemir,
olor intenso que escapa a la conciencia.

Las noches de calor invitan a percibir más allá de lo pensado, se agolpan y estallan sobre cuerpos desnudos.

-¿Por que me llamas desde dentro?

-Siempre he estado ahí, pero nunca te llegan mis lamentos.

-Estas a la deriva y las consecuencias de escucharte son siempre inesperadas.

-¿Qué puedes perder? Soy parte de ti.

Silencio, otro silencio que llega en un impulso, que se pega y rebaña los latidos del corazón acrecentando la intensidad.

-No pienso escucharte.

Las últimas palabras resuenan con ecos en paredes de carne y sangre.

No pienso escucharte.