Regurgita las palabras, en espasmos de cristal,
dejan heridas, se quedan hincados en la carne.
Sensación de vísceras hinchadas,
entrañas que se rasgan sin gemir,
olor intenso que escapa a la conciencia.
Las noches de calor invitan a percibir más allá de lo pensado, se agolpan y estallan sobre cuerpos desnudos.
-¿Por que me llamas desde dentro?
-Siempre he estado ahí, pero nunca te llegan mis lamentos.
-Estas a la deriva y las consecuencias de escucharte son siempre inesperadas.
-¿Qué puedes perder? Soy parte de ti.
Silencio, otro silencio que llega en un impulso, que se pega y rebaña los latidos del corazón acrecentando la intensidad.
-No pienso escucharte.
Las últimas palabras resuenan con ecos en paredes de carne y sangre.
No pienso escucharte.
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Me gustaría entenderlo....
ResponderEliminarUn beso.
No siempre vas a tener que entender la parte oscura de mis pensamientos mi pequeña...
ResponderEliminarEn realidad es solo un pensamiento relacionado con un libro y una película, ambos los he tenido en mis manos recientemente y en ellos aparecen personajes en que sus voces interiores tienen mucha fuerza, vida propia, más allá de todo lo pensable.
Un beso y hasta muy pronto.
Azriel