No puedo pensar. No quiero pensar.
Un rayo atraviesa mi alma que entre tinieblas brilla nebuloso.
Espasmos de gloria que recorren impacientes, que buscan como reventar y provocar.
Provocar.
Tras la gloria, suspense.
Cabalgando tras la batalla.
Una vez más el fragor de la lucha ha sido cruento.
Una vez más no mira atrás.
Susurros en el valle del desencanto.
Un relincho que sabe a rabia y sudor.
Triunfante. Severo. Decidido.
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Me arriesgo....al fin y al cabo es un placer compartido y solitario a la vez...por ello, ese valle del desencanto nunca termina de desaparecer.
ResponderEliminarUn beso.
Mi pequeña,
ResponderEliminarlos susurros en el valle del desencanto se convierten en gritos que agrietan murallas.
Siempre hay que ser valiente para asumir riesgos, y al final, triunfar.
Un beso cadencioso,
Azriel